¿Puede la filosofía de la persona proporcionar un marco interpretativo a los estudios neurocientíficos?
Los datos que arrojan las mediciones científicas no significan en tanto no sean interpretados en un marco que les confiera sentido. Por eso, cabe preguntarse: ¿Qué tan concluyentes son hoy los estudios en neurociencias? ¿Hay una única manera de “leer” los resultados de un escaneo cerebral? ¿Es fácil distinguir la causalidad de una mera correlación? ¿Tiene sentido hoy seguir sosteniendo una “geografía” de las zonas cerebrales? ¿Se puede vincular una explicación de la persona que apele a causas neurales con otra que busque motivos o razones?