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La profesora Silvia Carolina Martino (Depto. de Management de FCE-Buenos Aires) realizó en el mes de enero una pasantía de investigación en la Universidad de Navarra (Pamplona, España) y participó como ponente en un Workshop Internacional titulado «El hombre como solucionador de problemas. Investigaciones en torno a la filosofía de Leonardo Polo.»

En este marco, disertó sobre la «Propuesta poliana para solucionar la crisis de la Universidad”

Compartimos debajo un abstract de su ponencia.

«La universidad es una manifestación humana, social. En un mundo en crisis, es esperable que sus instituciones también lo estén.

Tras la familia, lo más importante en el orden de las manifestaciones humanas es la educación. La educación es engendrar intelectualmente. Y la cumbre de la educación es la universidad, la cual no se agota en educar, pues en ella educar es segundo respecto de descubrir más verdades superiores[1].

La propuesta describe la Misión y las tres funciones de la Universidad y trata de señalar las claves que nos plantea el autor para esta manifestación humana que –como todo lo humano- es complejo. Polo plantea los problemas de fondo, de tal manera que en el mismo planteo, se vislumbran las claves para resolverlos. La crisis de la universidad, es en definitiva la crisis de quienes son sus protagonistas, Los docentes universitarios. Ellos no logran atravesar de sentido humano y personal esta manifestación humana y por lo tanto se ha dado este fenómeno de pluriversidades, desgajamiento y ruptura.

De qué modo los profesores Universitarios podrían crecer irrestrictamente en su actividad universitaria para lograr así un verdadero desarrollo en la universidad vinculante y unitivo. Pues, de modo semejante a como el crecimiento de la familia, es evidente que se da cuando cada uno de sus miembros crece y en ese crecimiento hay más familia. Crece pues el aporte de cada uno, distinto, novedoso une más y  fortalece la institución, o no crece y por tanto desmembra o hay ruptura.

Y son los docentes quienes pueden dotar de sentido personal su actividad en la universidad. Significa que ellos tienen un crecimiento personal, que cada  vez son más coexistentes (abiertos a los demás y con los demás) y cada vez lo hacen con más libertad, en esa búsqueda de verdades superiores en unidad vinculante y con crecimiento irrestricto.

Son claves que al presentarlas frente a las múltiples cuestiones de una universidad en crisis logran dar luz, perspectiva y alternativas diversas de solución.  Nos muestran un futuro esperanzador. La Universidad como “cultura superior en su despliegue mismo (podrá lograr así) que ese despliegue forme parte de modo principal del bien común”[2]

[1] Cfr. Polo, L. “La crisis de la universidad” VVAA: Universidad en crisis, Editorial Prensa Española, 1970, 3

[2] Ibíd, 6