Ex alumnos de nuestra Facultad de Empresariales vuelven a las aulas, pero esta vez con una función de acompañamiento. La consigna es despertar y potenciar el espíritu emprendedor de los futuros profesionales.
Uno de los grandes desafíos que presentan los países emergentes es desarrollar una cultura profesional del proceso emprendedor. En la actualidad las economías con más altas tasas de crecimiento tienen su gran motor en la actividad de los emprendedores. Por eso, desde la cátedra Política de Empresas y Emprendimientos, se está trabajando fuertemente en forjar este espíritu de innovación en los alumnos de las carreras de grado.
Los estudiantes, a partir del año pasado, tienen como proyecto final de carrera, la elaboración de un plan de negocios. Para transitar este proceso cuentan con el asesoramiento de reconocidos consultores externos y de un grupo de mentores, conformados por graduados de la facultad. Éstos últimos, todos provenientes del mundo emprendedor, asumen el compromiso de brindar apoyo, orientación y estímulo en el armado del Plan de Negocios. Cada uno se convierte en un coach de dos alumnos. A lo largo del año se reúnen con los estudiantes y como verdaderos inspiradores ayudan a que los futuros profesionales aprendan a identificar oportunidades de negocios y a pensar estratégicamente. Se abren con esta modalidad de trabajo numerosos espacios de conversación e intercambio de experiencia entre aquellos que ya fueron alumnos y transitaron el camino emprendedor de manera real y concreta, y aquellos que apenas han realizado su primera pasantía laboral.
Como broche de oro de este proceso de interacción entre graduados y alumnos, el proyecto se concursa con un jurado conformado por empresarios y referentes del emprendedurimo en la ciudad. Los ganadores, tanto alumnos como mentores graduados de la FCE, tienen la posibilidad de viajar a Silicon Valley con el objetivo de visitar empresas de base tecnológica como Google, Facebook y asistir a disertaciones en Singularity University para realizar contactos con emprendedores e inversores.
El año pasado se transitó este proceso por primera vez. Mariano Maestri, graduado de una de las primeras promociones de la carrera Administración de Empresas, fue el mentor del grupo ganador. Mariano emprendió su propio proyecto: Tribalia Eco Design, una empresa de textiles argentinos, en la cual se embarcó de manera muy casual. En 1999 Mariano llega a Italia desde Rosario como líder de proyecto de una importante empresa de sistemas que en su cartera tenía clientes pertenecientes al mundo del diseño. Para ese entonces él, fanático del interiorismo, se encuentra trabajando para algunos popes de Padua y luego de Milán, metiéndose, casi sin notarlo, en la cocina del negocio de una de las mecas de la disciplina, viendo cómo trabajaban tanto en investigación y desarrollo, en búsqueda de nuevos materiales y tecnologías y sobre todo, en modos de tercerizar e identificar proveedores en el resto del mundo.
De todo eso que veía, lo que más le llamó la atención fueron los textiles. Él notaba que había mucha competencia de alfombras de Persia, del noroeste de India (Jaipur), Tailandia, China. Lo que faltaba eran tejidos de este lado del mundo, por lo cual se le ocurrió unir las dos puntas. Fue ahondando en la relación Asia y Oriente para ver cómo darle la vuelta a un vínculo no tan aceitado como el latinoamericano. Finalmente decidió dejar por completo la informática y montar su propia empresa de textiles made in Argentina que hoy exporta, como trampolín al mundo, a importantes firmas de Milán.
Mariano, fue uno de los tantos graduados que compartió su propia travesía con los estudiantes, en este caso orientando en el proyecto a los alumnos Ricardo Cassini y Matías Delaygue, quienes fueron los ganadores finales por un plan de negocios de una idea tan ocurrente como un Cementerio Ecológico.
Más allá de la premiación de la propuesta de Ricardo y Matías, todo el proyecto académico tuvo un saldo sumamente positivo. Los graduados volvieron a las aulas con toda la experiencia que deja haber transitado la puesta en marcha de un emprendimiento. Compartieron aprendizajes profesionales y humanos que sin dudas marcaron de manera especial a los futuros administradores de empresas. En este nuevo año académico se vuelven a calentar los motores, porque se repetirá la consigna; esta vez duplicando la presencia de graduados mentores.