El viernes 26 de febrero, en el Campus de Pilar de la Universidad Austral, se llevó a cabo la ceremonia de graduación de la 25.ª promoción de la licenciatura en Ciencias Empresariales y la 16.ª promoción de Contador Público.
El acto fue presidido por el rector de la Universidad Austral, Mag. Julián Rodríguez; el decano de la Facultad de Ciencias Empresariales, Mag. Luis Dambra, y la Mag. Dolores del Río, miembro del Consejo de Dirección de la FCE. Además, contó con la presencia del Director de Educación Superior de la Municipalidad de Pilar, Alejandro Piqué, y la participación de los familiares de los nuevos graduados vía streaming.
“¡Felicitaciones graduados y graduadas en esta primera graduación de una carrera de grado luego que se iniciara la pandemia! Este evento es un motivo de festejo, de celebración, de encuentro, aunque tenga todas las restricciones que los protocolos sanitarios nos imponen. No sólo celebramos que han concluido una etapa, sino también festejamos porque han iniciado otra, la de la vida profesional, aunque en un mundo muy diferente al que habíamos soñado”, manifestó el rector de la Austral en su discurso.
“La Universidad aporta a la sociedad un grupo de profesionales muy bien preparados desde lo técnico pero, sobre todo, comprometidos con unos valores que hoy son especialmente necesarios. Nuestro país, afectado por la pandemia y el impacto social que esta nos ha traído, nos plantea grandes demandas”, afirmó Julián Rodríguez y agregó: “Nosotros, ustedes, nos encontramos en una posición privilegiada y debemos utilizar todos los recursos técnicos, humanos y éticos que han recibido durante estos años de estudio para ponerlos al servicio de la sociedad, del país y así colaborar para achicar la brecha social”.
En este marco de pandemia, el Rector recordó que una de las características más propias del hombre es la necesidad del otro: “Nos dimos cuenta de que solo, el ser humano pierde su esencia, y que vivir en comunidad nos fortalece. Nos permite comprender al otro, y por lo tanto, comprender el mundo. Por esto quiero recordarles la importancia de ser solidarios. Uno necesita tanto del otro como el otro de cada uno de nosotros”.
Y compartió, además, un último pensamiento: “La tecnología está presente cada día más en nuestras rutinas, en nuestros hábitos, y principalmente, en nuestras vidas como profesionales. Mal usada, puede deshumanizar y puede deshumanizarnos. Busquen el progreso tecnológico, el progreso económico y social, pero siempre humanizando, sin olvidar la dignidad de cada persona, de cada uno, de cada una; procuren que la tecnología esté al servicio de la equidad y de la justicia, y no al servicio de nuestros propios beneficios”.
El Rector también aprovechó la ceremonia para dirigirse a los profesores de FCE: “Les agradezco por estos años de acompañamiento a nuestros alumnos, especialmente el año pasado, en el que preservar la educación fue sumamente difícil. Ustedes también fueron héroes, reconózcanse dignos de tal reconocimiento”.
Por su parte, el decano de la FCE invitó a los presentes a celebrar “el gran logro que han alcanzado luego de varios años de esfuerzo, en todas las dimensiones: sociales, familiares, físicas, y como si no hubiese sido suficiente, en una pandemia que aún nos azota”. “Este desafío les toca en una época muy turbulenta que requiere de ustedes una capacidad de adaptación rápida, y tener resiliencia para enfrentar la ‘nueva normalidad’”, expresó.
“Para ello, tienen herramientas, conocimientos, competencias, habilidades y, fundamentalmente, valores que han adquirido y reforzado en su paso por la facultad. Ustedes le tendrán que agregar una actitud siempre positiva, sobre la base de los valores éticos que exige un mundo distinto”, sostuvo el Decano.
Por último, los instó a aportar al crecimiento del país: “Se han formado en el campo de las ciencias empresariales, entonces algunos deberán crear empresas y otros desarrollar empresas más eficientes. Pero, básicamente, deberán crear trabajo para dignificar a más conciudadanos y erradicar la pobreza. Como nos señala el Papa Francisco, la actividad empresarial es una noble vocación, es una manera muy fecunda de promover la región, sobre todo, si se entiende que la creación de puestos de trabajo es parte ineludible de su servicio al bien común”.
Luego de la toma de juramento a los 45 Licenciados en Ciencias Empresariales y a los 22 Contadores Públicos, los jóvenes graduados recibieron su diploma y el birrete universitario. En esta oportunidad, la Facultad otorgó las medallas al mejor promedio a la contadora Agustina Paula Koch, con un promedio de 9.43, y a la licenciada Melany Zoe Alexander, con un promedio 9.
El profesor Ernesto Sala ofreció la última clase a los graduados. Los animó a que “nunca dejen de equivocarse: el error es quizás la herramienta de aprendizaje con peor prensa, pero la más efectiva. Error es acción, es deseo, es esfuerzo, pero sin el final deseado”.
“Nunca dejen de ponerle pasión a lo que hacen. Cuando encontrás tu propósito, tu porque hacer las cosas, la energía fluye y se transforma en una fuente inagotable de motivación. Y, por último, siempre tengan ilusiones por cumplir, porque son las que mantienen viva esa pasión de la que hablábamos”, concluyó.
El contador Matías Martella, por su parte, tomó la palabra en nombre de sus compañeros de promoción: “Dicen que todo termina con un comienzo, y qué mejor forma de comenzar una nueva etapa que con un objetivo logrado. Este objetivo no solo nos representa un título universitario, también nos carga con nuevas responsabilidades. Es más que un mero resultado, es la traducción de toda la formación que implicó este proceso. Ahora queda en nosotros poder capitalizarlo y seguir logrando cosas nuevas”.
“Cada cual puede darle su impronta al paso y a la historia que tiene en este lugar, pero creo que el factor común que todos vamos a encontrar es que de acá nos vamos mejor formados de lo que vinimos, como profesionales y como personas”, concluyó el flamante graduado.
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