Ciertamente los títulos o logro laborales, empresarios, académicos, deportivos, y otros, sobrevienen a lo primordial. Quiero significar que, antes que nada, somos hijos, hermanos, esposos, padres, etc. En eso debemos centrarnos para ayudar a fomentar la familia como base fundamental en todos los ámbitos.

Hace 30 años que mi desarrollo “profesional”, pasa por temas técnicos muy específicos que tienen que ver con la generación de energía eléctrica a gran escala, sin embargo, puedo asegurar que los problemas que se suscitan no son netamente técnicos. Muy por el contrario, son problemas de relaciones humanas, que el común, tengan la posición dentro de la empresa que sea, se exponen a diario y los que tenemos la tarea de dirigir estamos obligados moralmente a brindar ayuda dentro y fuera del ámbito laboral. No veo un esfuerzo en combinar mis tareas, por el contrario, siento una complementariedad absoluta gracias al bagaje obtenido en la maravillosa Licenciatura. 

Lic. Fernando Rabita. Empresario y Licenciado en Ciencias para la Familia. 

La Licenciatura en Ciencias para la Familia fue el complemento perfecto para mi profesión de Psicopedagoga. La experiencia me enriqueció muchísimo.
A los interesados en cursarla, les recomiendo hacerla, sin dudar. Es una excelente carrera, la universidad tiene muy buena calidad en profesores, contenidos y materiales.

María Victoria Difrancisco,  Psicopedagoga y Licenciada en Ciencias para la Familia.

Hay muchas carreras que ven desde su lado a la familia, la psicología, el derecho, la antropología, etc. En esta carrera convergen todas. Y mi gran interés es la familia, toda. Hacerlo en la Universidad Austral, me dio la confianza al ser una universidad prestigiosa, y con una mirada enfocada en la unión y siempre perseverar en cuidar mucho la continuidad de esa institución.

A lo largo de la Licenciatura, me apasionó conocer, investigar, y estar en contacto con tantos profesionales tanto desde el lado de los profesores, como de mis compañeros que enriquecieron la cursada. Fue un aprender constante, en cada foro, en cada materia, desde los intercambios en correos, hasta cuando hacíamos investigaciones y trabajos. Al ser la gran mayoría ya profesionales, estábamos cursando con otro objetivo, profundizar conocimientos, y siempre de manera muy adulta y responsable.

Mi consejo, para quienes están pensando ingresar a esta licenciatura, es que opten por esta carrera con el objetivo de ser y hacer mejores personas-familias para el futuro, empezando por la vuestra particular, para después intentarlo con las que nos necesiten, hacerlo siempre buscando darle un aporte a la sociedad y es fundamental que primero se libren de todo tipo de prejuicio, el otro es el que nos necesita, igual o distinto, pero nuestro aporte es a la familia y a la sociedad, sea cuál fuera, la base siempre es la familia.

Eleonora Ferreyra, Abogada y Licenciada en Ciencias para la Familia.

Tomado del discurso de la Ceremonia de Colación 2015: 

¿En qué escenario nos graduamos los primeros licenciados en familia? ¿Cómo y en qué medida el medio en el que estamos inmersos podrá condicionarnos? ¿Cuáles serán los retos que deberemos afrontar con creatividad y eficacia en nuestro futuro ejercicio profesional? Barrio Maestre, el reconocido pensador, sostiene que hoy educamos en un contexto deseducativo. Como profesionales en familia, podemos afirmar también que desarrollamos hoy nuestra labor en un contexto desfamiliarizante.

En definitiva, deseducar y desfamiliarizar no es ni más ni menos que deshumanizar. Es respaldar el intento de desplazamiento que actualmente ciertos sectores de la sociedad impulsan. Es provocar un corrimiento del núcleo social, sacando del centro a la persona humana, procurando invisibilizarla detrás de una trama compleja –una trama excéntrica- que nos aleja de lo dado, que en muchos casos niega la naturaleza misma de las cosas y que, en definitiva, nos distancia de la realidad.
Esta tarde tenemos la real vivencia de devenir precursores, pues somos los primeros en obtener un grado universitario en familia (…).
Los convoco y me autoconvoco, con la energía que nuestra vocación nos confiere, a hacer sinergia, a continuar avanzando, a transformar nuestros sueños en objetivos concretos de cumplimiento posible.
A asumir nuestra misión personal con entrega y con generosidad, y con una visión trascendente que involucre también a las generaciones futuras.
Hoy se cierra un ciclo que, como la vida misma, contiene el germen de lo que está por venir. No nos detengamos. Avancemos en pos de nuestros ideales. Como agentes de una construcción colectiva, como parte de una empresa que nos contiene y a la vez nos excede.

Y en la seguridad de que continuar trabajando por la familia es -precisamente- la misión a la que estamos llamados.

Mariángeles Castro Sánchez, Orientadora Familiar y Licenciada en Ciencias para la Familia.

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