Por la Mag. María Dolores Dimier de Vicente y la Mag. Lorena Bolzon
La celebración del Encuentro Internacional de Familias movilizó a esta hermosa ciudad de los Estados Unidos. Las calles se vistieron de la imagen del Papa, y hasta las aguas del tradicional Park Love se tiñeron de color verde –color oficial del World Meeting of Families– para recibir a los visitantes.
Su Santidad, como “pastor de vida” se encuentra con una iglesia viva y esperanzada a favor de la familia. Más de 20.000 católicos de todas las edades y países circulando por las calles, ministros, religiosas y laicos entusiasmados y expectantes por la llegada del Santo Padre a una Filadelfia engalanada.
El Papa Francisco ejerce un liderazgo basado en la “pedagogía del rostro humano” y goza de la autoridad moral a partir de su sencillez y su humildad demostrada en su coherencia y fortaleza espiritual en cada encuentro. En sus mensajes recalca la importancia de vivir “la cultura del cuidado», destacando permanentemente que la familia es el primer ámbito ecológico para la vida de cada uno de sus miembros, incluyendo a los abuelos al rescatar la importancia de los vínculos intergeneracionales. Asimismo, reclama la necesidad de contar con una sociedad que cobije y proteja a los “vulnerables de nuestro mundo”.
Las jornadas del Congreso han sido muy intensas y variadas, en las que se puede participar de valiosas ponencias de especialistas en temas de familia y de la pastoral familiar, así como escuchar coros de jóvenes, o contribuir con la pintura de un gran mural que se colocará en honor a la visita del Santo Padre.
Como representantes del ICF – Universidad Austral hemos tenido la oportunidad de reunirnos con los Institutos Universitarios de Familia de América y Europa, con el anhelo de sumar el año próximo a instituciones hermanas de África y Asia. En una jornada intensa, se lograron acuerdos de trabajo conjunto, de ayuda a la iglesia para colaborar en la formación de los ministros, así como de documentos de estudio, trabajos de investigación e intercambio de experiencias como es en nuestro caso el Centro de Orientación Familiar “El Rocío” en Alberti, Pcia. de Buenos Aires. Contribuimos en la elaboración de un documento conjunto para presentar en la asamblea del Sínodo, y varios proyectos para llevar adelante en el próximo año.
También tuvimos la dicha de participar de una misa concelebrada en la Iglesia San Agustín entre argentinos y uruguayos unidos en oración encomendando a nuestros países y sus familias.
El Papa ante el Capitolio (Was. DC) anunció su participación en el Encuentro Mundial de las Familias, para “confirmar no sólo la importancia, sino por sobre todo, la riqueza y la belleza de vivir en familia”. Aquí se lo espera con ansias para recordarle al mundo que “las familias lejos de ser una problemática a resolver son principalmente la más importante oportunidad para la humanidad”.