11 de julio de 2018
Algunas notas del X Congreso Mundial de Derecho Constitucional
“El viajar te hace discreto”
(Cervantes)
Por Alfonso Santiago
Del 18 al 22 de junio de este año tuvo lugar en Seúl, Corea del Sur, el Congreso Mundial de Derecho Constitucional. Organizado por la Asociación Internacional de Derecho Constitucional (WCCL), tuvo como tema “Conflictos violentos, construcción de la paz y Derecho Constitucional” y fue el primero que se llevó a cabo en Asia.
Asistieron unos seiscientos constitucionalistas de ochenta países de los cinco continentes. Este dato es de por sí ilustrativo para ver cómo el derecho constitucional, con un claro origen occidental, está presente y va arraigando de modo creciente en países con muy distintas tradiciones históricas y en contextos políticos, económicos y sociales muy diversos. Escuchar a un profesor de Mongolia acerca de cómo han incorporado en ese país asiático modalidades de democracia deliberativa en el debate acerca del posible tránsito de un poder legislativo unicameral o uno bicameral; conversar con un profesor de Georgia sobre las tendencias del tribunal constitucional de su país o compartir un almuerzo con más de diez profesores marroquíes, son claras muestras de la globalización de los conceptos e instituciones propios del constitucionalismo. Democracia, división de poderes, derechos humanos y control de constitucional son nociones que poco a poco van penetrando en la vida política de los diversos países del mundo.
La sede de Seúl nos permitió conocer un país con una muy interesante historia y con un presente promisorio, cuyo desarrollo económico impacta profundamente. Corea ya figura entre las diez economías más importantes del mundo cuando a mitad del siglo pasado era un país muy pobre y en ruinas luego de una devastadora guerra civil e internacional. La visita al Museo de Historia Contemporánea, al Memorial de la Guerra de Corea y a la Zona Desmilitarizada (DMZ) existente entre las dos Coreas, nos permitió recordar la dominación japonesa a partir del 1910, la crueldad de la Guerra de Corea de 1951 con más de cuatro millones de muertos, el drama de la separación a partir de entonces entre ambas Coreas, la grave tensión entre ellas a lo largo de todas las últimas décadas, la amenaza nuclear norcoreana y las muy recientes perspectivas de una solución pacífica definitiva a esa problemática que se vislumbra en estos días. Fue, por tanto, un lugar muy a propósito del tema elegido para la actividad.
La temática del Congreso versó principalmente sobre los desafíos que hoy plantean a los principios e instituciones constitucionales las situaciones de conflicto armado, terrorismo e inmigraciones forzadas que actualmente están presentes en el mundo y las respuestas que a ellos se están dando en los diversos países. De este modo, se analizó el rol del Congreso norteamericano ante el manejo de las situaciones de conflictos armados en ese país por parte del Presidente de ese país. Una profesora taiwanesa pasó revista a cuál es el tratamiento de las situaciones de guerra en las constituciones de los veintidós países que hoy conforman el continente asiático. Un constitucional japonés se refirió al actual debate que tiene lugar en su país con motivo del conflicto planteado entre el artículo de su constitución que le impide la conformación de sus Fuerzas Armadas y las necesidades de defensa que experimenta con motivo de la reciente amenaza militar norcoreana. Según expuso, algunos sectores han aprovechado esa ocasión para plantear la conveniencia de introducir reformas profundas al régimen político japonés por considerar que su actual constitución responde a influencias foráneas impuestas luego de la segunda guerra mundial, que no hoy no atienden debidamente ni a la tradición ni al interés nacional actual. También se pasó revista a las legislaciones antiterroristas dictadas luego del 11-S por indicación de la Asamblea de la ONU. Casi todas ellas permiten, en caso de sospecha, un manejo de las informaciones personales totalmente discrecional, contrario a los derechos de privacidad. Una jueza israelí expuso acerca de la legitimidad de las detenciones administrativas y del uso de la cierta violencia en los interrogatorios, habilitados en Israel para los supuestos de terrorismo. También se trató de las declaraciones de estados de emergencia en Francia y Nigeria con motivo de atentados o ataques terroristas ocurridos recientemente en esos países.
En varias de estas exposiciones, se expresó la preocupación de que esta afectación de los principios, derechos y garantías constitucionales admitidas para estos supuestos excepcionales se trasladen a otras situaciones, con el consiguiente retroceso en el respeto de los derechos constitucionales y convencionales de las personas. En definitiva, sobrevolaba el tema de la legitimidad y alcance de las situaciones de excepción y de emergencia y las doctrinas de Carl Schmidt sobre estas cuestiones se hicieron presentes en varias exposiciones. Predominaron enfoques abiertos a las necesidades políticas concretas, más que otros estrictamente más acotados a lo normativo-jurídico. En sentido contrario, alguien recordó la afirmación del juez israelí Aharon Barak: “No hay seguridad sin derecho. Satisfacer las exigencias del derecho es un aspecto de la seguridad nacional”.
También estuvo presente la problemática de los refugiados, inmigrantes y desplazados provocados con motivos de los conflictos bélicos, tanto externos como internos. Se criticó duramente la falta de respuesta por parte de los tribunales constitucionales europeos y de la propia Corte EDH ante los reclamos presentados por los inmigrantes a quienes se les negaba el ingreso o radicación al país. En sentido contrario, Carlos Bernal expuso la jurisprudencia del tribunal constitucional colombiano que, ante la situación ocasionada por el desplazamiento de siete millones de personas con motivo del conflicto con las FARC, declaró el estado inconstitucional de cosas y con un activismo inédito puso en marcha un plan para su debida atención.
Por su parte, una jueza neozelandesa habló de la tranquilidad social que se respira en su país donde, sin embargo, está pendiente la reconciliación e integración plena de las comunidades indígenas que han sufrido en el pasado situaciones de exclusión. Se siguió con mucho interés el proceso de paz en Colombia y su futuro luego de las recientes elecciones presidenciales que tuvieron lugar mientras comenzaba el Congreso.
De este modo, se hicieron presentes en el temario del Congreso las tensiones y los problemas políticos que hacia dentro y hacia fuera experimentan los Estados Nacionales en nuestros días: agresiones y amenazas externas; terrorismo; acciones de defensa y prevención antes esos peligros; inmigración forzada; problemas de integración de los diversos grupos étnicos, religiosos y culturales que componen una determinada comunidad, etc. Junto a la referencia a estos problemas, se analizaron las respuestas que desde las instituciones constitucionales se está dando a esas situaciones de conflicto. Ser y deber ser, principios y realidades y su permanente tensión e interacción en el fenómeno constitucional, estuvieron latentes en la casi totalidad de las exposiciones.
En algunos workshops y mesas de trabajo a las que pude asistir se trató acerca de las novedades en materia de democracias deliberativas, de la creciente admisión de la objeción de conciencia ante muy diversas situaciones que se plantean hoy día y sobre las democracias iliberales, con un claro sentido crítico hacia ellas.
No estuvieron mayormente presentes algunos de los temas de la agenda actual del derecho constitucional: ecología, pobreza, derechos económicos y sociales, Estado de Derecho, lucha contra la corrupción política, gobierno y democracia digital, relaciones entre el derecho constitucional y el internacional, etc.
De la Argentina, participamos tres profesores: el Prof. Pablo Riberi, quien fue designado integrante de la mesa directiva de la Asociación Internacional de Derecho Constitucional; el Prof. Ricardo Ramirez Calvo y quien elabora estas notas.
El próximo Congreso tendrá lugar en Johanesburgo, Sudáfrica, en diciembre del año 2022. Será el primero que se celebrará en ese Continente.
