27 de febrero de 2015
El Director de la Escuela de Gobierno, el Dr. Alfonso Santiago, luego de ocho años de trabajo colectivo, presentó frente a más de 160 personas su última obra Historia de la Corte Suprema Argentina (1863-2013). La actividad se desarrolló el miércoles 25 de febrero a las 19 en el Auditorio de la Universidad Austral en su sede de Capital.
El doctor Alfonso Santiago, luego de ocho años de trabajo colectivo, presentó frente a más de 160 personas su última obra Historia de la Corte Suprema Argentina (1863-2013). La actividad se desarrolló el miércoles 25 de febrero a las 19 en el Auditorio de la Universidad Austral en su sede de Capital.
Asistieron destacados miembros del poder judicial, académicos y juristas. Entre ellos, el ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr. Juan Carlos Maqueda, la senadora nacional por la Provincia de San Luis, Dra. Liliana Negre de Alonso; los jueces del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Dres. Ana Conde y José Osvaldo Casás; el juez del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Chaco, Dr. Rolando Toledo; el juez Gabriel Unrein, presidente del Colegio de Magistrados de CABA e integrante de la Junta de Gobierno de FAM; el presidente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires, Dr. Gregorio Badeni; y el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad del Salvador, Carlos Salvadores de Arzuaga, entre otros.
Junto a Santiago, desde el estrado principal acompañaron la presentación los constitucionalistas Víctor Tau Anzoátegui y Alberto Bianchi. “Es un trabajo que dejará huella en el mundo de los juristas, hasta para aquellos que tengan que pleitear ante la Corte”, sostuvo Tau Anzoátegui, quien fue el primero en exponer. Además agregó: “Esta obra era una asignatura pendiente para la Historia del Derecho y puedo decir que será de lectura obligatoria para todos aquellos que deseen llegar a la Corte”.
Luego fue el turno de Alberto Bianchi, quien calificó a Santiago como un “santo loco” y un “luchador nato”. “Solo con esas dos cualidades puede llevarse adelante una obra como la que llevó adelante Alfonso”, subrayó. Según el Miembro de Número de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, “el mayor aporte que hace esta obra es confirmar que no hace falta reformar la Constitución Nacional para interpretarla. Cuando se la quiere reformar es porque la verdadera intención detrás es lograr la relección”. Además agregó: “Esta obra nos lleva a plantearnos si la Corte debe ser un poder del Estado o un tribunal de apelaciones”. Así, Bianchi se refirió a si el Supremo Tribunal de Justicia debe tener un rol estratégico en el gobierno del Estado, como lo posee la Corte norteamericana, o si debe tener una función más muscular y con más intervención en los distintos conflictos de la sociedad.
Por último, fue el turno de Alfonso Santiago quien dedicó gran parte de su introducción a agradecer a todos los coautores de la obra: Héctor José Tanzi, María Rosa Pugliese, Ezequiel Abásolo, Astrid Clausen, Martín Oyhanarte, Juan José Luna, Manuel García Mansilla, Jorge Diegues, Alberto Bianchi y a Luciano Calero Barceló (a cargo de la coordinación en la edición del texto).
En primer lugar Santiago explicó el porqué de la perspectiva histórica de su obra: “Siempre me quedó pendiente esa visión. En el doctorado me había enfocado en la visión sistemática de la Corte Suprema. Pero me he dado cuenta que lo histórico es más importante que lo sistemático porque mientras la historia te acerca a lo real, lo sistemático te mantiene en el plano de la abstracción”. En su tesis de doctorado, Santiago había identificado distintos modelos de comportamiento de la Corte según el contexto socio político de la época: moderadora, hostil, permisiva, o activista.
La perspectiva histórica posee el valor, según Santiago, de evaluar a lo largo de los fallos aquello que resulta legítimo para los argentinos. “A través de los fallos se puede analizar la conciencia jurídica y ética de los argentinos. La Corte fue y es un reflejo de lo que los argentinos consideramos como legítimo”, enfatizó.
Para concluir, Santiago llamó a reflexionar acerca del valor de la Corte como defensora de los pilares de un Estado Constitucional de Derecho: “Orden democrático; elecciones periódicas, libres y regulares; división de poderes; independencia judicial sin sospechas de sesgos corporativos; transparencia y lucha contra la corrupción; activa defensa de los derechos humanos, y libertad de expresión individual y colectiva”, detalló.
RESEÑA DE LA OBRA:
En el año 2013 la Corte Suprema de Justicia argentina cumplió sus primeros ciento cincuenta años de existencia. Esta ocasión ha sido propicia para que un grupo de destacados juristas, bajo la dirección del Dr. Alfonso Santiago, aborde un estudio sistemático y profundo de la historia de nuestro más alto tribunal.
La actuación de la Corte Suprema ha sido dividida en doce etapas, en cada una de las cuales se analizan cuatro aspectos: el contexto histórico en el que actuó, la biografía de cada uno de sus integrantes, los principales fallos y líneas jurisprudenciales que caracterizan cada período y un balance y valoración comparativa con las demás etapas. La agitada vida de nuestro máximo tribunal es un banco de prueba sumamente interesante de diversas teorías y doctrinas jurídicas y políticas y una fuente continua de aprendizaje institucional.
En la presentación, conclusiones y anexos se contiene una muy valiosa información sobre lo que ha sido la historia de la Corte Suprema argentina en estas quince décadas, lo que constituye a esta obra en un hito único en el estudio de su actuación institucional.