06 de July de 2017
El profesor Ignacio Di Tullio lanzó Blues Café, un programa de radio íntegramente dedicado a la música del sur de los Estados Unidos. La nueva propuesta radiofónica se emite online por www.hora60.com, los martes a las 20h, y busca ofrecer una cuidada selección de blues local e internacional.
¿Cómo surgió la idea de tener un programa?
El año pasado me invitaron a un programa en una radio virtual y conocí Hora 60. Este año, Paco, un chico que fue alumno mío de taller me invitó al programa que hace allí mismo para presentar mi libro y leer algunos poemas. Al volver, vi el estudio y dije: “Quiero hacer radio”. Entonces, le dije al dueño que me interesaba tener un programa ahí. Como mi mujer está embarazada, tuve que idear un plan para sacar el taller que hago de mi casa. Durante dos meses pensé en qué tipo de programa quería hacer y en qué horario. Yo sabía que quería hacer un programa de música, donde pudiera elegirla y comentarla. Que otra persona elija qué música va a pasar es algo muy lindo, hay mucho trabajo detrás de eso. “Elegí esto para vos”, es una selección que yo hago en todos los programas y que me lleva a estar escuchando música todo el tiempo, anotar e investigar. Al pensar sobre qué música hacerlo, escogí el Blues. Para mí es el papá de todas las músicas, de ahí viene el jazz y el rock, es la música del Sur de Estados Unidos. Además, en el programa leo algunos textos míos. Después de publicar dos libros el año pasado, por una cuestión de trabajo dejé de escribir. Hace bastante tiempo que no lo hacía. Con un programa de radio, y con la dedicación que le pongo a elegir las canciones, me propuse escribir un texto por semana y que me saliera lo mejor posible. Son los textos para mi programa, los que salen al aire, no importa que lo escuchen diez mil personas, tres o ninguna. Pero ese texto tiene que estar como si fuera un cierre de edición, muy bien. Todos los programas estreno una selección de temas y un ensayo. Ese fue el motor, lo que me llevó a hacer el programa.
¿Cómo elegís el tema de cada programa?
Los temas de los ensayos que escribo los elijo a partir de cosas que veo todo el tiempo, cosas que me interesan. El ensayo te permite poner pensamientos en palabras, relaciono ideas y hago eso que hacemos todo el tiempo, cuando caminamos por la calle, cuando viajamos en tren mirando por la ventana. Pienso en el tipo de libro que me gustaría leer o en la típica persona que me gustaría conocer, entonces anoto y después voy a mi casa, lo reflexiono y le empiezo a dar vueltas. Registro cosas que veo y que me llaman la atención, a veces una película, o conductas que veo en una persona. No tengo vergüenza de escribir sobre ideas que parecen disparatadas, trato de meterme en lo que veo. No me da pudor.
¿La música la relacionás con el tema del que hablás en cada programa?
No necesariamente. Cuando hablo de narradores del Sur de los Estados Unidos, sí. Cuento un poco su historia y la pongo en contexto, traduzco las letras de las canciones y las comento. El tema del que hablan las canciones de esa época refleja una cultura y un contexto. Hablan de temas muy profundos y algunos socialmente no aceptados para la época. Era una música que no se pasaba en la radio.
¿El programa lo ideás vos solo?
El programa lo hago todo yo. Hago la producción y consigo la publicidad. La operación técnica está a cargo de dos chicos, Marcos y Mariano, los dueños de la radio. El resto lo hago yo y eso me encanta.
¿Qué significa para vos todo este proyecto?
Significa una posibilidad muy linda y enriquecedora de conectarme con la música que me gusta. Investigar y estudiar, querer saber más sobre esto de conectarme con músicos, de saber más sobre donde hay Blues en Buenos Aires y en todo el país, de ir a ver Blues, de conocer gente nueva para invitar al programa. Te conecta con un mundo. También significa un salto al vacío. Tengo que ver cómo seguir haciéndolo, dedicarle tiempo. Después de las materias de la facultad, nunca más había hecho radio. Respeto mucho todo lo que es autodidacta, aprender haciéndolo, y trato de situarme en ese lugar. Es un aprendizaje constante y eso a mí me gusta mucho.
¿Cuál es el objetivo?
Me gusta este vértigo que me produce no saber cuánto va a durar, cuándo va a terminar. Me gustaría llegar a decir que estoy en el cuadragésimo quinto programa. Respeto mucho la práctica, el hacer. Me gustaría que el programa siga haciéndose, que lo escuche quien tenga que hacerlo. Voy a la radio y la paso bien, no quiero llegar a ningún lado, simplemente quiero seguir haciéndolo. Yo respeto las cosas que no se hicieron con el fin de hacer otra cosa, no sabes quién lo va a escuchar, qué repercusión va a tener. Yo lo único que sé es que trato de hacerlo lo mejor que puedo y que lo disfruto mucho. No sé cuánto va a durar. Me gusta ese estado de incertidumbre, de pregunta. Lo voy viviendo día a día, no sé quién lo escucha y yo con eso soy feliz. La radio le da un sentido nuevo a mi vida, escucho más blues que antes, leo más que antes y para mí ya está, ya es eso. La radio produce encuentros, podes hacer que un momento letal para una persona, deje de serlo.
¿Qué sentiste cuando estuviste al aire por primera vez?
Al principio un poco de nervios. Tengo un amigo uruguayo escritor que se llama Damián González Bertolino que hizo un programa de jazz llamado “El Especial de la Noche” y para mí fue un referente muy grande en este programa. Estaba con nervios, no tenía mucho entrenamiento para hablar. Como es radio y medio tele no sabía a dónde mirar. Hay práctica para eso y yo no la tengo, entonces, trato de ir trabajándolo. Al tiempo me fui aflojando. Me encantó hacer el primer programa, me gustó mucho. No sé si salió tan bueno. A partir del tercer programa, me aflojé, encontré el tono de voz adecuado. En el primero, respeté mucho el guión y en el tercero improvisé más, hablé solo, monologué, expliqué, hice un chiste y el operador se rió.
Yo siempre tuve el sueño de decir la temperatura en la radio, yo siempre quise decirlo, y lo dije a la cámara. Y dije, “Quédense en línea porque la producción se va a comunicar con ustedes”. Esas frases hechas de la radio muy arquetípicas. Sentís que estás dando un servicio, cosas que aprendés a hacerlas o que las implementás cuando hacés radio.
El otro día, sacamos al aire a dos músicos, cada vez que terminaban un tema yo decía: “Muchas gracias, ¿de quién es el tema que hicieron?”. Esas información hay que dársela a la gente, el oyente tiene que saber la canción porque tal vez llega a un músico, gracias a la canción que interpretaron ellos.
¿Dónde se puede escuchar?
En una radio que está en internet, que se llama Hora60.com. Se puede escuchar desde una computadora, en el celular y en un Smartv. El programa tiene una página de Facebook que se llama Blues Café Emisora, donde voy subiendo todos los videos musicales que paso en el programa. Tiene un mail, pintadoconcorcho@gmail.com. Ahí la gente puede escribir, pedir canciones o mandar saludos, lo que quieran. La radio es poco un servicio, tiene un costado solidario. En un punto, estás haciendo algo por el otro, es una manera de hacer algo por el otro, simplemente haciéndolo, sin querer ganar dinero, si no para que el otro escuche.