Luciano Elizalde, decano de la Facultad de Comunicación, presentó la nueva colección Ágora, editada por La Crujía, que cuenta con tres títulos: Noticias de película, de Juan Pablo Cannata; Algo huele mal, de Arturo Fitz Herbert; y Manejando el disenso, el último libro de Luciano.

El encuentro, que contó con la participación de profesores, alumnos, graduados y familiares de los autores, se realizó en la sede Buenos Aires de la Universidad.

En primer lugar, Noticias de película plantea la ficción como detonante de discurso público. A lo largo de la obra, Juan Pablo Cannata sostiene que aunque algunos acostumbren a pensar el cine como un mero entretenimiento, la ficción va mucho más allá: además de ser una gran industria, es un mecanismo de poder social que puede marcar la agenda del debate público.

Debates actuales como la violencia de género, la dignidad de la mujer, el principio y el fin de la vida, la ecología, los derechos humanos, el terrorismo, la participación política, el bienestar de los animales, el trato de las minorías, la prevención de ciertas formas sociales de delito llenan el espacio de las ficciones que, además, trascienden sus propias fronteras y pasan a habitar el mundo posible del discurso informativo, atravesando los criterios de selección noticiosa.

En Manejando el disenso, Luciano plantea que el éste “ha llegado para quedarse en una sociedad cuyas personas están convencidas de que deben expresarse y reclamar atención para que sus derechos sean respetados. Pero sostiene que el disenso continuo sólo puede ser tolerable para la organización si existe un equipo preparado que lo gestione”.

“Lo que se intenta en este trabajo es mostrar que es fundamental la preparación de un equipo especializado en la gestión de problemas complejos que funcione permanentemente; ya no alcanza con el clásico “comité de crisis” que se reunía en cierto momento.”

Finalmente, Arturo Fitz Herbert presentó Algo huele mal. Los orígenes del rechazo a los rellenos sanitarios. A lo largo de este trabajo, plantea que el contexto social de la Argentina y de gran parte de Latinoamérica presenta un gran desafío para los gobiernos, las industrias y los ambientalistas, de cara a lograr proyectos que compatibilicen las necesidades de desarrollo de la región con la responsabilidad ambiental. El planteo de Arturo es que éste es un problema técnico, político y comunicacional. Que se necesita, no solo contar con tecnologías “verdes” sino también construir consensos en las comunidades para que los proyectos puedan ser llevados a cabo, un desafío especialmente importante para la gestión de los males públicos como la disposición de la basura, la generación de energía y los aeropuertos.