El talentoso diseñador y arquitecto italiano Michele De Lucchi visitó el #CampusPilar de la Universidad Austral, donde compartió una jornada con profesores y alumnos de la Licenciatura en #Diseño.

De Lucchi es una destacada figura del mundo de la arquitectura y el diseño. Miembro del mítico grupo de los Memphis, durante la década del 80, ha diseñado edificios icónicos y obras a gran escala para empresas en todo el mundo. También es reconocido por la creación de lámparas, muebles y objetos diversos que han tenido un éxito masivo.

Durante el encuentro, dialogaron y compartieron ideas en torno a la innovación, el diseño y la ética en la arquitectura. Además, intercambió ideas con autoridades de la Universidad y referentes de la Facultad de Comunicación, acerca de la nueva carrera de Diseño.

“Probablemente mi trabajo no tiene relación con el futuro porque probablemente lo que he hecho es demasiado insignificante para influenciar la evolución del mundo. Pero igualmente yo me ilusiono con que aquello que he hecho, aquello que digo, pueda ayudar a hacer que el mundo que dejo a mis hijos sea igual o incluso mejor de aquel que he recibido de mi padre. Esto pienso… que tiene que ver conmigo y todas las demás personas… Todos podremos haber dejado un mundo mejor del que recibimos. Por lo tanto yo con mi trabajo, proyecto objetos, proyecto edificios, proyecto construcciones y a través de objetos, edificios y construcciones trato de influenciar los comportamientos y la mentalidad de las personas. Los ambientes y las personas son muy importantes para definir un tipo de comportamiento, una cualidad de comportamiento. Por lo tanto si los objetos son mejores y los ambientes son mejores, probablemente también los comportamientos de las personas serán mejores”, sostuvo.

“He cometido muchísimos errores, pero me doy cuenta que frecuentemente aquello que consideraba un error ha sido en cambio, lo mas bello que hemos hecho. Me sucede asiduamente confundir los errores, las equivocaciones, con las cosas justas. Y esto me hace pensar que el error más grande es el de querer juzgar los errores antes de haber realmente entendido qué es lo que hemos realizado. También con los proyectos me sucede repetidamente, en el diseño de los objetos, el diseño de los edificios, de casas que me parecían feísimas, y los tiraba. Ahora he aprendido a no tirarlos, he aprendido a conservarlos y a volver a mirarlos más tarde, después de un tiempo… y después de un tiempo, me doy cuenta de que los que consideraba peores son, frecuentemente, los mejores”, reflexionó Michele.

“A los diseñadores jóvenes puedo darles el consejo que me daba mi maestro Ettore Sottsass, que se enojaba conmigo porque decía que yo era uno de Padova (Padova es una pequeña ciudad insignificante en Italia). Me ha empujado a ver el mundo y me decía siempre: “si no sabes cómo es el mundo, ¿cómo vas a diseñar para el mundo?, no tiene sentido, solo lograrás producir cosas que valen para pocas personas pero no valen para el mundo”. Entonces un consejo importante es este: conocer el mundo, mirar el mundo y tratar de entender lo más posible cómo funciona, porque es a través de la intervención, de entender cómo funciona el mundo, que nosotros como diseñadores y como arquitectos podemos dar la mayor contribución”, planteó.

“También daría otro consejo a los jóvenes: ¡alimentar la propia imaginación! La imaginación es fundamental, no nos damos cuenta de cuán enorme y gigantesco tesoro tenemos en nuestra imaginación. Los animales no tienen imaginación, no saben prever el futuro, no les importa, no hay nada en ellos que los haga pensar acerca de cómo será futuro. Yo tengo un perro inteligentísimo, verdaderamente inteligente, muchas veces me asombro de cómo reacciona, pero estoy seguro de que lo que más le preocupa es lograr comer, lo que viene después no le interesa. En cambio, nosotros con la imaginación no solo logramos imaginar si hay futuro o si hay algo que quisiéramos para el futuro, sino también logramos construir una relación entre los hombres. Y es exactamente a través de la combinación entre imaginaciones que nosotros logramos comunicar y construir relaciones muy intensas. Por lo tanto cultivar la imaginación, cultivar todo aquello que está relacionado con la fantasía, con la creatividad y distinguir aquella que es imaginación buena, de aquella que es mala imaginación, porque la imaginación buena te lleva hacia adelante, la imaginación mala te lleva frecuentemente a la tristeza, a una cierta parálisis , no te permite más imaginar las cosas bellas», concluyó.

Respecto del encuentro, la profesora Marcela Frías comentó: “Michele de Lucchi es un profesor conectado en otra frecuencia, súper inspirador, nos dejó mucho en qué pensar”.

“Su manifiesto Enseñar es aprender nos acerca una responsabilidad como profesores ante las nuevas generaciones, nos pide buscar tópicos abiertos, de controversia y tener siempre una actitud optimista ante los alumnos: no saber cuál será el resultado y ver la belleza en ello. Esa es la actitud que él mantiene en sus cursos y en los proyectos fuera de serie que vino a compartirnos de manera humilde y generosa”, continuó Marcela. “A través de Earth Stations, por ejemplo, nos inspira a diseñar con otro enfoque para las personas: para que se encuentren, para que aprendan, para que descubran, para que recuerden… ‘Diseñar espacios de experiencia no programada’ simplemente pensando en que las personas puedan mantenerse unidas dialogando acerca del futuro sin olvidar desde dónde vinimos”, concluyó la profesora.

Agradecemos la colaboración de Mara Trumpler, María Sánchez, Lucas Berón, Franco Stefani y Aníbal Maldonado.