Martín Bonadeo dio cierre a “El Emporio del Vidrio”, la intervención que realizó durante cinco meses en las vidrieras de la farmacia La Estrella, en el edificio donde también funciona el Museo de la Ciudad, dependiente de la Dirección General de Patrimonio, Casco Histórico y Museos de la Ciudad de Buenos Aires.

Durante este tiempo, cinco vidrieras de la histórica farmacia, ubicada en la esquina de Defensa y Alsina, fueron esmeriladas e intervenidas por Martín, con iluminación y objetos de vidrio de la colección del Museo.

La muestra ofreció una selección y exhibición poco convencional de algunos de los miles de objetos del depósito del Museo. Cada una de las vidrieras contenía una composición de elementos y luces diferentes, que proyectaban sus sombras sobre esmeril.

Las cinco vitrinas ofrecían una secuencia que contaba la historia del vidrio durante el último siglo, comenzando con una vidriera de muestrarios de vidrio de fantasía; siguiendo con un escaparate de ventanas; elementos de laboratorio, química y alquimia; una composición hecha con frascos de boticario llenos de preparados únicos; y botellas industrializadas y producidas en serie y con marcas comerciales.

Entre estos objetos se colaban proyecciones de imágenes antiguas, lentes, prismas, caireles y otros objetos cotidianos del siglo XX que agregaban magia a las composiciones.

«El emporio del vidrio fue una de las experiencias más experimentales que hice como artista. Desde su concepción, su producción y su documentación, todo fue una aventura un poco distinta a los canales y los tiempos habituales del arte contemporáneo.»