Artísticamente me conocen como Madeo. Soy artista desde los 14 años. Me sumergí en el mundo del arte con el objetivo de poder sensibilizar al espectador con cada una de mis creaciones. 

Desde siempre disfruté de pintar y dibujar, a pesar de que nunca me destaqué en eso. Fue recién cuando tenía 14 años, a partir de las críticas que recibí en un proyecto del colegio, que decidí comenzar a tomar clases de arte en un taller de barrio.

Por lo general me encontraba rodeado de señoras mayores que iban a pintar a sus nietos o al resto de su familiares en su tiempo libre. De todas formas, la experiencia adquirida fue grandiosa, mis profesores fueron excelentes y me ayudaron a formarme en una gran cantidad de técnicas.

El arte es una parte fundamental de mi vida. No solo marca mi camino, sino que me genera felicidad. Todo el tiempo pienso en nuevas obras, y técnicas para usar. El arte me acompaña todo el tiempo.

Me inspiro en todo lo que me rodea. Leo muchas revistas y corto las partes que más me interesan a fin de tener a mano las últimas tendencias. Estoy siempre atento cuando camino o viajo en auto, de todos los detalles que la cuidad nos ofrece. Ni bien se me ocurre una idea, no pierdo tiempo, lo plasmo en un boceto y lo archivo para cuando pueda llevarlo acabo.

Mi carrera artística recién comienza, sin embargo considero que a pesar del pequeño camino recorrido tuve grandes logros que me incentivaron a seguir creando. Uno de ellos fue cuando mis obras se expusieron en La Rural y mi historia fue utilizada para promocionar el evento, a partir de una entrevista realizada por Diego Santilli.

Otro gran momento fue cuando expuse en el Centro Cultural Borges mis obras realizadas con materiales reciclados, como las cápsulas de café, y cuando expuse en la Facultad de Derecho con la muestra Trascender. 

Creo que este último año fue muy positivo porque fui convocado para colaborar, por medio de mi arte, con la Fundación Darte y con la Cooperativa la Juanita con cuadernos que iban a ser donados al interior. Además, participé en el desarrollo de las tarjetas de Navidad para los pan dulces que se vendían en los locales de Maru Botana. 

En cuanto a la facultad, mi objetivo es poder adquirir las herramientas que me brinda para poder comunicarme efectivamente en todas mis obras. Considero que un gran artista es el que sabe comunicar y sensibilizar al espectador, más que el que pinta o dibuja correctamente. 

La verdad que este año fue un gran desafío, por la gran cantidad de tiempo que demandan las dos cosas, pero de todas formas las pude combinar exitosamente. 

En el futuro, me gustaría poder expandirme en el mercado internacional y poder participar de distintas ferias de arte contemporáneo en el exterior a fin de poder seguir progresando en mi carrera.